Una tabla de quesos es siempre una carta segura para disfrutar en buena compañía. Sin embargo, muchas veces no sabemos qué quesos elegir. Ni con qué otros elementos se deben mezclar para tener una deliciosa combinación.
En esta receta te compartimos nuestros mejores consejos para crear la mejor tabla de quesos con fruta. Y claro, siempre al estilo de Sal Maldon.
- Deja enteros los quesos más blandos, como el brie o el azul. Corta en rodajas los quesos más duros, como el Leicester rojo y el cheddar.
- Deja huecos entre los quesos y rellénalos con chutneys, uvas y frutos secos.
- Añade variaciones de galletas y bizcochos.
- Para el toque final, añade higos frescos y rodajas de manzana.
Una tabla de quesos es una forma elegante de sorprender a tus invitados. Además de los quesos, las frutas y los frutos secos ofrecen una combinación de texturas y sabores que elevan la experiencia de la degustación. Las frutas frescas, como las uvas y los higos, aportan una dulzura natural que contrasta maravillosamente con los sabores salados y cremosos de los quesos. Las rodajas de manzana, por su parte, ofrecen un crujido refrescante que también complementa perfectamente los quesos más intensos.
La importancia de la presentación en la tabla de quesos
La disposición de los ingredientes en la tabla de quesos es esencial para crear una experiencia visualmente atractiva y que despierte el paladar. Coloca los quesos de manera que se distribuyan de forma equilibrada, alternando entre los más suaves y los más intensos. No olvides dejar suficiente espacio entre los diferentes ingredientes. Para que cada uno se pueda disfrutar por separado, sin que se mezclen en exceso. Los chutneys, como el de cebolla o tamarindo, deben colocarse en pequeños recipientes. Otra opción es sobre la tabla para que los comensales los puedan usar a su gusto.