¿Buscas una bebida diferente para brindar? Si estás cansado de los cócteles de siempre y quieres sorprender con algo original, elegante y refrescante, tienes que probar nuestro Strawberry Fritz Esta bebida combina la dulzura de las fresas maduras, el frescor cítrico del limón y el burbujeo del Prosecco. Todo realzado por el toque único de las escamas® de Sal Maldon®.
Puede que no pienses en la sal como un ingrediente habitual en un cóctel frutal, pero ahí está la magia. Una pizca de nuestra sal marina transforma este cóctel, despertando el sabor natural de las fresas y equilibrando la acidez del limón. El resultado es una bebida sofisticada, con contrastes sutiles y una textura refrescante. Ideal para una celebración especial, una tarde de verano o simplemente para darte un capricho diferente.
Ingredientes (para 1 cóctel)
- 6–8 fresas maduras
- 1 pizca de Sal marina Maldon
- 1 cucharadita de azúcar (opcional, si prefieres un sabor más dulce)
- Un chorrito de jugo de limón natural
- 100 ml de Prosecco bien frío
- Hielo al gusto
- Menta fresca para decorar
Preparación Strawberry Fritz
Cuatro sencillos pasos para elaborar el strawberry fritz:
- Prepara las fresas. Lava las fresas, retira los tallos y colócalas en un cuenco. Machácalas ligeramente con un tenedor hasta obtener una especie de puré. Añade una pizca de Sal Maldon y, si lo deseas, una cucharadita de azúcar para intensificar el dulzor. Deja reposar un minuto para que se integren los sabores.
- Arma el cóctel. En un vaso grande o una copa tipo balón, agrega hielo al gusto. Vierte el puré de fresas con su jugo, seguido de un chorrito de jugo de limón recién exprimido.
- Incorpora el Prosecco. Añade el Prosecco frío suavemente para mantener sus burbujas. Remueve con cuidado para integrar todos los ingredientes sin perder la efervescencia.
- Decora y sirve. Termina decorando con una ramita de menta fresca y, si lo deseas, una fresa entera en el borde del vaso. Sirve inmediatamente.
El toque final
La Sal Maldon no solo realza el sabor, sino que convierte esta bebida en una experiencia. Un cóctel que demuestra que, a veces, un pequeño detalle puede marcar toda la diferencia.
