Presentamos una deliciosa receta casera de raviolis de calabaza que combina los sabores dulces y la nuez de la calabaza, con la riqueza de las escamas de sal marina Maldon. Este exquisito plato se realza con una deliciosa salsa de mantequilla marrón y salvia que complementa a la perfección el cremoso relleno. El relleno de calabaza, sazonado con sal y pimienta, crea un centro suave y sabroso para los raviolis. Hemos utilizado un pasapurés para triturar los ingredientes, pero también se puede utilizar un robot de cocina para obtener un resultado más rápido.
A continuación te indicamos algunos puntos que debes tener en cuenta a la hora de preparar raviolis caseros de calabaza…
- Al asar la calabaza, rocía generosamente con aceite de oliva y cocínela hasta que esté tierna. A continuación, mézclala con una selección de quesos cremosos, una pizca de sal Maldon, pimienta y una generosa porción de nuez moscada.
- Cuando extienda la masa de pasta con una máquina, empiece siempre por la posición más ancha y vaya haciéndola más fina. Extienda la masa sobre una superficie plana, colocando cucharadas del delicioso relleno separadas uniformemente, y cúbrela con otra lámina de masa. Utilice un cortador de raviolis para montar los raviolis, asegurándose de que cada pieza esté bien sellada para evitar que se derramen durante la cocción. Si no dispone de un cortador de raviolis, puede utilizar un vaso para cortar círculos del mismo tamaño. Coloque el relleno en el centro de cada círculo recortado, asegurándose de que quede espacio alrededor del borde para cerrar el ravioli. Para ahorrar tiempo, puede preparar la masa y el relleno con antelación, guardandolos en papel de plástico en el frigorífico.
- Cocinar los raviolis es muy fácil y lleva unos 3-4 minutos en agua hirviendo, o hasta que floten en la superficie. La salsa de salvia y mantequilla marrón realza aún más el plato de pasta. Compuesta de mantequilla derretida y hojas de salvia fresca, se cocina hasta que la mantequilla adquiere un color marrón dorado y desprende un aroma a nuez. Vierta los raviolis en la salsa de mantequilla marrón para que se impregnen de su rico sabor.
- Esta receta casera de raviolis de calabaza, con el característico sabor de la sal marina Maldon, impresiona por su equilibrio de texturas y sabores, lo que la convierte en la opción perfecta para una cena especial o una noche acogedora.
¿Cómo hacer raviolis de calabaza?
- Empieza asando la calabaza.
- Precalentar el horno a 180 ºC y colocar la calabaza pelada y cortada en trozos grandes en una bandeja de horno.
- Rocíelas con un poco de aceite, cúbralas con papel de aluminio y áselas durante 30 minutos hasta que estén tiernas y se pueda introducir un cuchillo con facilidad. Dejar enfriar.
- Una vez que la calabaza se haya enfriado, colóquela en un bol y haga un puré con un pasapurés o un pasapurés.
- A continuación, añade al puré de calabaza el requesón, el parmesano, una pizca de sal marina Maldon, pimienta negra molida y una ralladura de nuez moscada. Reservar.
¿Cómo hacer raviolis de pasta?
- Mientras se asa la calabaza, prepara la pasta. Vierta la harina de pasta OO sobre una superficie de trabajo limpia y forme un círculo con ella.
- A continuación, haz un hueco en el centro para que quede un anillo de harina. Casca los 3 huevos en el centro. Romper las yemas con un tenedor y batir suavemente los huevos para que se batan.
- Una vez batidos, utiliza el tenedor para añadir poco a poco trocitos de harina a los huevos y sigue batiendo. Seguir batiendo mientras se espesa y, cuando esté demasiado espesa, retirar el tenedor y amasar con las manos la harina y los huevos. Seguir amasando durante 5 minutos hasta obtener una masa homogénea.
- Envuelva en film transparente y déjela reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
- Una vez que la masa haya reposado, es hora de estirar y dar forma a los raviolis. Empiece con un trozo de pasta más pequeño, aplánelo y páselo por la posición más ancha de la máquina de pasta. Vuelve a pasarla por la posición más ancha y sigue bajando por las posiciones hasta que obtengas las láminas de pasta más finas: ¡deberías poder ver tu mano a través de ellas cuando las mires al trasluz! Espolvorea una bandeja con un poco de sémola y coloca las láminas de pasta sobre ella para evitar que se peguen, mientras continúas con el resto.
- Cuando tengas todas las láminas de pasta listas, puedes dar forma a los raviolis. Coloca una lámina de pasta sobre la superficie de trabajo y pon una cucharadita del relleno de calabaza a lo largo de la lámina, dejando un espacio de 3 cm entre cada una. Humedezca el dedo en un pequeño cuenco de agua y páselo por el borde del relleno; a continuación, coloque una segunda lámina de pasta encima y selle suavemente las dos láminas, asegurándose de que no queden grandes bolsas de aire. A continuación, utilice un cortador para estampar cada ravioli y déjelos aparte en una bandeja forrada de sémola mientras hace el resto.
¿Cómo hacer pasta sin máquina?
Si no tienes máquina de hacer pasta, puedes utilizar un rodillo y un cuchillo de cocinero.
- Espolvorea ligeramente tu superficie con harina.
- Cuando la masa lleve 30 minutos en la nevera, córtala por la mitad.
- Extienda una mitad de la masa con un rodillo hasta formar un rectángulo de aproximadamente 16 pulgadas y 8 pulgadas de ancho. Continúe estirando la masa con las manos hasta que quede lo más fina posible.
- Repite el proceso con la segunda mitad de la masa.
- Elija una lámina de las dos y comience a verter el relleno de calabaza sobre la lámina de pasta, dejando aproximadamente 2,5 cm entre cada bola de relleno.
- Con un pincel, pase suavemente agua entre las bolas de relleno y alrededor del exterior de la lámina para que la otra lámina de pasta se adhiera a ella.
- Coloque la segunda lámina de pasta encima, presionando suavemente entre las bolas de relleno para sellar las láminas y eliminar las bolsas de aire.
- Corte los raviolis en rectángulos con un cortador de raviolis o un cuchillo afilado. Vuelva a presionar los bordes para sellarlos.
¿Cómo cocer los raviolis?
- Ponga una cacerola grande con agua salada a hervir.
- Pon los raviolis a hervir, sólo tardarán un par de minutos. Sabrá que están listos cuando floten en la superficie.
¿Cómo servir los raviolis de calabaza?
- En una sartén grande, añade la mantequilla y deja que se derrita, cuando salga espuma añade las hojas de salvia y deja que burbujeen en la mantequilla. A continuación, añada las avellanas y remuévalas.
- En cuanto los raviolis estén cocidos, sácalos de la sartén con una espumadera o una araña y pasarlos directamente a la sartén de la mantequilla.
- Páselos por la mantequilla y sírvalos inmediatamente, con una buena ralladura de queso parmesano.
¿Con qué van bien los raviolis de calabaza?
Los raviolis de calabaza maridan de maravilla con una gran variedad de guarniciones y acompañamientos que complementan sus sabores dulces y salados.
Ensalada
Una ensalada fresca y crujiente puede equilibrar la riqueza de los raviolis. Considere una deliciosa ensalada de radicchio con parmesano rallado y piñones tostados. La achicoria picante y la acidez del aliño proporcionan un delicioso contraste con el dulce relleno de calabaza.
Pan
Un pan caliente y crujiente puede ser perfecto para absorber cualquier sobrante de salsa de salvia y mantequilla marrón. El pan de ajo o la focaccia con romero y sal también pueden ser un complemento sabroso.
Verduras
Las verduras asadas o salteadas son una guarnición estupenda. Las coles de Bruselas, los espárragos o las judías verdes con un toque de aceite de oliva y sal Maldon pueden añadir un delicioso crujiente y vitalidad a su comida.
Estos maridajes pueden realzar los sabores de los raviolis de calabaza, creando una experiencia culinaria completa y satisfactoria.
¿Se puede congelar la pasta fresca?
Sí, se puede congelar la pasta fresca, ¡y es una forma estupenda de conservarla para su uso posterior! Aquí tienes una guía detallada sobre cómo congelar pasta fresca cocida de forma eficaz.
- Cuece la pasta al dente, ya que seguirá cociéndose ligeramente al calentarla. Escurre la pasta y deja que se enfríe por completo.
- Mezcle la pasta enfriada con una pequeña cantidad de aceite de oliva para evitar que se pegue.
- Divida la pasta en porciones y colócalas en recipientes herméticos o bolsas de congelación. Elimine todo el aire posible de las bolsas.
- Etiquetar los recipientes o bolsas con la fecha y congelar hasta 2 meses.
- Recaliente la pasta dejándola caer directamente en agua hirviendo durante 1-2 minutos.
Congelar la pasta fresca es una forma excelente de ahorrar tiempo y reducir los residuos, ¡asegurándose de tener siempre a mano una opción de comida rápida y deliciosa!