Las zanahorias al horno son muy versátil y es que se puede utilizar como ingrediente en muchísimos platos. Ya sean aperitivos, platos principales o incluso en repostería.
Su sabor dulce y su textura crujiente la convierten en una hortaliza ideal para ser adaptada a diferentes tipos de cocina. Además, es una excelente fuente de vitamina A y antioxidantes, lo que la convierte en una opción saludable para cualquier comida.
En esta receta te explicamos cómo preparar unas deliciosas zanahorias al horno que las puedes utilizar frías. Como parte del aperitivo, o también, incluirlas como acompañante del plato caliente.
Un punto clave en esta receta es cuándo añadir las especias y condimentos según tu gusto. Esto es importante porque los condimentos dependen de cómo acompañarás y comerás las zanahorias. Si las vas a servir como acompañante de un plato principal, puedes optar por un toque de hierbas como romero o tomillo. Si las prefieres como parte de un aperitivo, puedes probar con una pizca de comino o pimentón dulce. Las zanahorias tienen un sabor lo suficientemente suave como para combinar con una amplia gama de sabores, lo que las convierte en una hortaliza muy adaptable.
Por eso, antes de cocinar, te recomendamos tener a mano los ingredientes que quieres utilizar y decide cómo quieres prepararlas.
¡Vamos a ello!
Elaboración zanahorias al horno
- Precalentar el horno a 200ºC.
- Colocar las zanahorias en una bandeja de horno y añadir el aceite de oliva, una pizca de sal Maldon y pimienta. Cocinar durante 20 minutos.
- Sacar el molde del horno y rociar con la mezcla de miel y limón. Añadir las ramitas de tomillo. Remover ligeramente y volver a meter en el horno durante otros 10 minutos.
Este plato es perfecto para cualquier ocasión, desde una comida ligera hasta un acompañamiento delicioso para tus cenas. ¡Atrévete a experimentar con diferentes especias y sabores, y descubre lo versátil que puede ser la zanahoria al horno!