Las sales aromáticas son un ingrediente maravilloso para transformar cualquier plato en una experiencia sensorial única. Además de aportar un toque de sabor especial, su delicado aroma eleva el perfil de tus recetas, sorprendiendo a los comensales con algo fuera de lo común.
En esta receta, te mostramos cómo preparar una deliciosa sal de lavanda para cocinar. Esta versión es ideal para quienes desean agregar un toque floral y sofisticado a sus platos. Perfecta para dar un giro especial a patatas, pollo, pescados, huevos o incluso verduras de temporada, esta sal de lavanda no solo enriquecerá tus comidas, sino que también aportará un aroma sutil y elegante a tu cocina.
Las sales aromáticas son extremadamente versátiles y fáciles de personalizar. Si bien hoy nos enfocamos en la sal de lavanda, puedes experimentar con una amplia variedad de hierbas y especias. Romeros, albahacas, mentas, o incluso combinaciones de varias hierbas, son excelentes opciones. La clave está en dejar volar tu creatividad y probar diferentes mezclas hasta encontrar tu favorita.
Elaboración sal de lavanda
Recuerda que puedes hacer muchísimos tipos de sales aromáticas con, por ejemplo, romero, albahaca, y menta, sólo hay que dejarse llevar por la creatividad y probar.
Utiliza una parte de flores por cada 10 partes de Sal Maldon. Las flores deben estar totalmente secas, de lo contrario se apelmazan con la sal. Muele todo junto en un mortero, o utiliza un molinillo de café limpio. Es perfecta para pescados, huevos y verduras de temporada.
- Proporción perfecta. Utiliza una parte de flores de lavanda por cada 10 partes de Sal Maldon. Esta proporción garantiza un equilibrio ideal entre el sabor floral de la lavanda y la intensidad característica de la sal marina.
- Flores secas. Asegúrate de que las flores de lavanda estén completamente secas antes de comenzar. Si las flores contienen humedad, podrían apelmazarse con la sal y afectar la textura final de la mezcla.
- Mezcla y muele.Coloca las flores secas y las escamas® de Sal Maldon en un mortero y muélelas juntas hasta obtener una mezcla uniforme. Si prefieres, puedes usar un molinillo de café limpio para un resultado más fino.
- Una vez lista, guarda tu sal de lavanda en un frasco hermético y utilízala para dar un toque especial a tus platos. Atrévete a explorar nuevas combinaciones y sorprende a tus invitados con estas sales aromáticas llenas de sabor y creatividad. ¡Tu cocina nunca será la misma!
