Las guindillas son un ingrediente lleno de carácter que puede transformar cualquier plato en una experiencia gastronómica inolvidable. Su picor y sabor intenso hace que sea el acompañamiento perfecto para carnes, ensaladas, guisos o incluso aperitivos. Una de las mejores maneras de conservar su frescura y potenciar sus cualidades es preparándolas en conserva.
Hacer guindillas en conserva es sencillo. Pero es que además, es una excelente manera de asegurarte de tener siempre a mano un toque especial para tus recetas. Además, el proceso de encurtido intensifica su sabor y les da una textura única que las hace irresistibles. Con esta receta, aprenderás a prepararlas en conserva con vinagre y Sal Maldon®. Logrando un equilibrio perfecto entre acidez, salinidad y picante.
Elaboración guindillas
Para empezar, tener en cuenta que son un ingrediente que pueden cambiar por completo un plato. Y es que su picor y gusto tan único, puede mejorar por completo el sabor de una comida. Por lo mismo, siempre es útil tener en la despensa unas guindillas en conserva que sirvan para dar un toque especial.
En esta receta te explicamos cómo debes preparar el líquido para la conserva, cuánto tiempo debes tener guardado el tarro con las guindillas, y qué ingredientes debes utilizar para disfrutarlas.
¡Manos a la obra!
- Con un cuchillo pequeño, perfora las guindillas por varias partes para que absorban el líquido de la marinada.
- Introduce las guindillas en un tarro de conserva de 1 litro, de forma que queden ligeramente apretadas.
- Mezcla el resto de los ingredientes en una jarra y vierte el líquido sobre las guindillas.
- Cierra el tarro y guárdalo en un lugar oscuro durante hasta un mes. Momento en el que se habrán ablandado y adquirido sabor a encurtido.
¿Estás preparado? ¡No te pierdas esta deliciosa receta sencilla de realizar, más siguiendo nuestros pasos!